lunes, 23 de abril de 2012

Aquí hay vida

... pero yo me salgo ya del convento. Durante una temporada, que puede ser muy larga, dejo los hábitos. Me voy a vivir la vida fuera de estos muros. Aquí se quedan las que quieran estar y vendrán las que quieran venir. Todo gratis, incluso el yacuzzi y la sala de autotorturas, ambos recién instalados. El alma me pide volar hacia cualquier paraíso que me haga feliz y ya soy feliz solo de pensarlo: desnuda, sin hábitos, sin pinchos, sin miedo.


En la distancia, seguiré siendo la abadesa de este convento.

3 comentarios:

chris dijo...

Vuela...

:-)

Mármara dijo...

Eso, vuela, que siempre habrá un momento para volver, aunque sea para disfrutar del silencio, y del yacusi.

iTxaro dijo...

volareeeeeeeee ahaaaaaa