domingo, 15 de enero de 2012

Después del éxtasis

De momentos de tertulias y calma que nos llevan al éxtasis, como aquel de sor Marcela, pasamos por mor del destino a otros en donde las cosas se complican en cuestión de segundos, como el instante que transcurre entre la vida y la muerte o ese en que se desencadena una tormenta inesperada, sea de agua y viento o de pasiones. De todo eso hubo en el convento durante este fin de semana que comenzó en viernes 13 y cada una capeó su temporal como mejor supo y pudo: con lágrimas, con rabia, con serenidad o con ganas de hacerse el harakiri. Poco a poco volverán a su cauce las aguas que aún no lo hicieron.

Todavía me encuentro cansada y con mucho trabajo por hacer del hábito hacia dentro, pero ya lo empezaré mañana. Esta tarde y esta noche son para descansar y -por qué no- para seguir tomando la vida con sentido del humor, así que:

1. Estamos preparando "una cosilla" que a muchas de vosotras os parecerá divertida. A otras seguramente no, pero como nunca llueve a gusto de todos...  En cuanto la tengamos lista os avisaremos. Antes tendremos que reunirnos en una de esas tertulias sin orden del día ni concierto a ver qué locuras acordamos.

2. Sor Marcela, en un rato de nada, pasó del estado de éxtasis al de beatitud. No sé si rezaba por mí o intentaba convertirme. Lo primero no me vendría mal, oye, que una recomendación a instancias superiores puede hacerme mucha falta según qué día. Y yo me encomiendo. Si era lo segundo, que más bien creo que era eso, no sé en qué o a qué me quiere convertir si yo ya estaba convertida de antes.


De la instantánea anterior sor Marcela ha decidido recortarse, hacer estampitas y repartirlas a cambio de un donativo para el convento. ¿Qué os parece?



8 comentarios:

farala dijo...

que me dais miedo... sor marcela y lo que quiera que sea que estais preparando...

María dijo...

Ja, ja, ja... ¡Que tiemble el convento!

chris dijo...

Miedito me da la estampa de Sor Marcela. Casi mejor hago un donativo al convento sin necesidad de que me de ninguna estampita.
Aunque ahora que lo pienso...lo mismo tiene futuro entre los estreñidos...

En fin hermana, quedo a la espera de las noticias del convento. No sé si seré de las que me haga gracia o no pero seguro que está genial!

Besos para usted y achuchones pa las novicias (hay que aprovechar su candidez mientras se dejen)

PD Palabra clave "imbuis",,,si, me imbuis de la gracia de dios jajaja!

Jam lo intenta dijo...

ciertamente aterradoras sus estampitas, aguardo ansiosa esa "cosilla" que gustará a algunas y otras no

cereza dijo...

Espero con infinita paciencia las novedades y locuras de este convento peculiar, pero sus estampitas me dan un poco de miedo hermanas, que estoy más hecha a otras.
Un besito

desde la balconada dijo...

Ay, dios! La estampita me da un poquito de yuyu, parece estar tomada desde el más allá (ciertamente está tomada desde más allá, visto desde aquí). Tomo la modalidad "Chris" del "donativo sin necesidad de adquirir estampita"
Bastante tengo ya con lo mío ja ja ja(y)
Mi donativo no sería económico que la cosa está muy achuchá pero pueden contar conmigo para :pintar alguna de sus estancias de su hospitalario convento, reparar el muro del huerto (si lo hubiera y necesitase ser reparado) o en su defecto hacer un recubrimiento con estuco de cal a alguna pared o muro que necesitase ser reforzado y/o embellecido.

La idea de sor Marcela de vender su estampita es total. Ya sea para su adquisición por parte de las devotas (de-botas) o todo lo contrario puede ser una fructífera fuente de "ingresos" ja ja ja.

Un risueño saludo.

Pena Mexicana dijo...

Pensaba comentar el miedo que me dan las tales estampitas pero he visto que es generalizado... esto... los donativos son a cambio de no recibir la estampa? porque las conozco, si no pensaría que son un par de espectros y no las mujeres fantásticas que son...

Marcela dijo...

eh, eh, eh, qué pasa con que nadie quiere mis estampitas?????? Aunque, visto lo visto no la quiero ni yo, joer, qué espectros, por las diosas. Pero la sorpresita sí que me gusta, sí, jejejeje