martes, 3 de enero de 2012

Sor Alicia hace senderismo. Primera parte

El día 1 de enero de 2012 amaneció apacible y soleado. Algunas de nosotras estábamos empezando a trabajar en nuestros proyectos personales para el año nuevo, otras habían dejado de hacerlos desde hacía años y la mayoría empezaba a traicionarlos desde las primeras horas del amanecer, como suele ocurrir cada año: fumarse un cigarrillo, comerse un bombón o volver a flagelarse con añoranzas. 

Sor Alicia del País de las Maravillas pertenece al primer grupo. Siempre concienzuda y positiva, había pasado la Nochevieja encerrada en su celda, provista de manjares, incienso, música, sonrisa y uvas. Uno de sus proyectos de año nuevo era hacer senderismo. A eso de las 12 de la mañana del día 1, con cuatro horas de retraso con respecto a sus previsiones -según me dijo-, se pasó a verme vestida con su hábito normal, bajo el cual asomaban unas chirucas. Colgada en un hombro llevaba una pequeña mochila negra, de la que no me reveló el contenido,  con este letrero en color rosa: "Si el amor el la respuesta, ¿puede repetirme la pregunta?".

-Oí a sor Hortensia el otro día decir que a unas dos horas caminando hay un precioso lago. Allá me dirijo pero, por favor, no se lo cuentes a nadie. Estaré de vuelta antes de que se ponga el sol. -Así habló, pletórica y zalamera, antes de remangarse el hábito, hacer un zapateado, dar dos vueltas sobre sí misma y encaminarse hacia la salida del convento.

A las seis de la tarde el sol ya se había puesto y empecé a preocuparme. A las ocho, no había noticias de sor Alicia. Ni a las nueve. El apacible día había dado lugar a una noche cerrada y fría. Llamé a sor Hortensia para que me indicara el camino hacia el lago y ya de paso le conté los motivos de mi preocupación, aunque para ello tuviera que traicionar la palabra dada a sor Alicia. Provistas de linternas salimos a buscarla. La llamamos a gritos, pero solo conseguimos hacer callar a búhos y mochuelos.


Algo más tarde de las diez la vimos aparecer a lo lejos. Sin duda era ella, que venía directa hacia nosotras, con las chirucas en una mano y la mochila en la otra.

Traía el hábito sucio, la cabeza descubierta y los pies envueltos en tiras de toca. La enfoqué con la linterna y vi que tenía la cara y el pelo llenos de algas. En medio de aquel verdor acuático, entre risas nos intentaba tranquilizar: "Nada ¡que no pasa nada! Vamos adentro, y luego os cuento."

8 comentarios:

Pena Mexicana dijo...

bueno... menos mal que regresó ilesa... que nos cuente, que nos cuente, que nos cuente...

Siempre suya dijo...

Cada hermana de este convento guarda una anécdota misteriosa y sensual. Me encanta cómo cada una de ellas se deja descubrir por las lectoras, que por los susurros rebosan mujerilidad.

Besos y Feliz año (pero por el amor de Dios, que siga contando)

desde la balconada dijo...

No es la primera vez que paso por su convento pero sí la primera que decido ponerme cómoda.

¡Qué bueno verla tan pletórica !

Impaciente me hallo por escuchar el relato de Sor Alicia. Recemos para que no haya pillado un tremendo resfriado, que con el frío que hace sería lo mas probable.

Anónimo dijo...

Las sores son de todo menos recatadas... (me corroe la curiosidad)

guada dijo...

sor....he de agradecerle el blog aunque no me entere ni de la misa la mitad pero es un placer leerte, no me aclaro con los personajes ni sé que es real y que no, pero qué más da....me encanta!!!
un besazo y que nos cuente que nos cuente...no nos tengas en ascuas, por las diosas!!!

Mayte Mederos dijo...

Algas en el pelo... ¿Y olor a sirena, como en "El lustre de la perla"...?

Jam lo intenta dijo...

¡Esta Alicia ha ido al lago de cabeza! Que cuente que cuente, y ese zapateado... ¡qué arte!

sor Ella dijo...

Bueno, ya conté, ya conté!

A Desde la balconada: Gracias por asomarte al convento y sé bienvenida. (Fíjate que la que se ha resfriado he sido yo, que no anduve por fríos cenagales jejeje).

A Guada: Todo lo que cuento es real, aunque los personajes vayan vestidos de sores :) Besillos!

Besos a todas y que tengáis un muy feliz año nuevo.