martes, 6 de diciembre de 2011

Días de vino y sores

Los días fuera del convento no han trastocado mis hábitos de sueño y vigilia. He seguido durmiéndome a las tantas de la madrugada y despertándome cuando el sol ya llevaba un buen trecho andado. La experiencia ha sido enriquecedora y se me ha quedado corta, lo que no implica que quiera entrever en mi horizonte una salida de la clausura a corto o medio plazo.

Contraria por convicción a ligarme por contrato y devota como soy de lo absurdo, aproveché la concurrencia de sores a la cena del sábado para pedir matrimonio a tres de ellas. Una aceptó de inmediato, otra respondió que primero tenemos que 'hablarnos' -entiéndase como mantener un noviazgo que presumo largo- y la tercera se negó.

Los abejorros nunca mienten, según rezan las viejas supersticiones. Así fue como mi presentimiento del día 2 de los corrientes se hizo realidad: Regresaba yo al convento, exhausta de vino, trasnoche y tertulias, cuando me fue anunciada la inminente visita de incógnito nada más y nada menos que de la insigne señora Gutapercha de Jabariego. Dispuse del tiempo justo para llegar al convento, hacerme de provisiones, elaborar una cena a la altura de su abolengo y su delicado paladar, disimular mis ojeras, preparar la celda 17 y quitarme el delantal, antes de que sonara la campanilla del portón.

La cena, regada con el mejor Ribera del Duero, fue un éxito, a decir de la alegría que nos iba corriendo por las venas. A punto estuve de olvidar el asunto de la carta de la difunta sor Virtudes que obraba ya en poder de Gutapercha desde hacía varios días. De pronto lo recordé y se lo pregunté: ¿Y la carta, qué decía la carta?

-La carta -empezó diciendo ella- la carta... Tu carta, tu carta me dice que ya no me amas y yo, y yo me muero en cada renglón.

Lo consideré una evasiva, en tanto ella continuó, ya no hablando sino cantando:

-Ahora sé quién eres, una muñeca de pintura y cartón, mimada y caprichosa, por dentro toda hueca, que no tienes corazón ni pancreas ni ná.

Definitivamente Gutapercha no podía estar hablando/cantando en serio. Estaba claro que eludía hablar de la misteriosa carta recurriendo a uno de sus muchos artificios, en este caso concretamente a una copla de Manolo Escobar.

Un minuto antes de desmayarme por el sueño y el cansancio, atiné a pedirle -una sola vez- matrimonio también a ella y a escuchar por tres veces consecutivas su consentimiento.

A la mañana siguiente cuando me desperté no había rastro de la señora Jabariego. Habría dudado que hubiese sido real su visita de no ser porque alguien había dormido en la celda 17 y porque en la mía quedaban las huellas de una opípara cena en la que no hubo galletas milagrosas. Se había marchado con la misma celeridad y misterio con que había venido. 

Más tarde encontré en mi mesita de noche una nota manuscrita: "Esa carta dará mucho que hablar". 

16 comentarios:

Marcela dijo...

Pero Sor, por las diosas, deja ya de pedir en matrimonio que quien la sigue la consigue. Ya se está cociendo una quedada en el conventillo ¿no?

Jam lo intenta dijo...

Pero bueno, ¿cómo nos deja con tal intriga? y eso de pedir matrimonio a todas... ¿es su manera para dejar la clausura? es usted hermana de extremos contradictorios, ya lo creo.

chris dijo...

Ahora que empezaba en mi ciudad la feria de los dulces de convento de clausura da usted la espantada!!

Se ve que le van los planes más animados porque...menuda marcha tiene el convento!!

Por las diosas...queremos conocer el contenido de la carta!!

Kika Fumero dijo...

Doy fe de esa feria de dulces de convento y de que sus hábitos de sueño y vigilia han permanecido intactos. Sor Ella, usted sólo puede casarse con una diosa, así que deje de ir pidiendo matrimonios por ahí!! (Quién osó negarle semejante proposición??). Me apunto a esa quedada en el convento!! Qué tengo que llevar más allá de este cuerpo serrano?? ;-) Un abrazo grande

Morgana dijo...

Sí, quiero, hermana, sí-quiero! ajajajaja

Besoooooooos!!

sor Ella dijo...

* Marcela, fue como una compulsión lo de banalizar sobre el sagrado vínculo y llevarlo al extremo de querer llegar a las cotas de Liz Taylor :)

* Jam, Gutapercha es intrigante, a mí me tiene con los dedos llenos de padrastros. Lo de pedir casamiento es purito teatro jajajaja.

* Chris, he tenido la fortuna de recibir una fotografía -bonita y rebonita- de esa feria de los dulces de convento. En el convento hemos recibido un regalo excepcional también que usaremos para las próximas navidades: Un recetario de postres hechos con chocolate mmmmmmmmm, me chupo los dedos con las imágenes y el nombre de los ingredientes!

* Gracias, Kika, por tu testimonio, que mucha gente se cree que fabulo! :) En cuanto a quién se negó a casarse conmigo y dado que soy dada al positivismo, concluí que fue la única que no se creyó que hablase en serio jajajajaja.

En cuanto a la quedada, algo se ha hablado sin concretar. Encantada de recibiros. Habilitaremos la segunda planta y si no da para tanto, os proveeremos de sacos de dormir :)

sor Ella dijo...

* Jajajajajajaja, Morganita!!!! Se nos cruzaron los comentarios. Habrá que ir preparando la boda y el divorcio, porque creo que a mi edad no me da tiempo a tantas bodas si se perpetúa el vínculo. Gracias, corazón. Nos vemos!!! Un beso fuerte.

sor Ella dijo...

* Kika, olvidé responder a tu última pregunta. Solo tienes que traer tu cuerpo serrano, tu cabecita inteligente y tu sonrisa. Y como todo eso lo llevas puesto, no se te va a olvidar en un estante, como mis pendientes :)

sor Ella dijo...

Aclaración de error en la primera respuesta a Kika:

Donde dice: "...concluí que fue la única que no se creyó que hablase en serio..." léase sin el NO: Concluí que fue la única que se creyó que hablaba en serio :)

Mayte Mederos dijo...

Y digo yo que, en habiendo clausuras tan entretenidas como ésta, con salidas del convento regadas de buen vino y mejores compañías, ¿quien quiere libertinajes...? Besos, hermana.

Sra. Castafiore dijo...

Me alegro del éxito del exclaustramiento, Sor Ella, aunque me preocupa esa tendencia suya a la poligamia, jaja.

Analizando el asunto intramuros, no me queda sino recomendarle que guarde su bodega de doña Gutapercha, pues a este paso me temo que hasta que no acabe con la ultima barrica, y cante el repertorio de copla española completo, no sabremos nada de la carta.

sor Ella dijo...

* Mayte, vino y buenas compañías, juego y más juego, lecturas directas y entre líneas, abrazos y cariños... pues sí ¿quién quiere libertinajes? Muchos besossss

* Sra. Castafiore, verdaderamente y tras haber analizado mi comportamiento, me he puesto en manos de sor Gafi, licenciada en psicología, pero en vez de tratar mi compulsión matrimonial me ha echado las cartas del tarot y mejor no te cuento lo que me ha dicho sobre futuros vínculos matrimoniales.
Con respecto a doña Gutapercha, si hay una próxima vez la entretengo con coca-colas y agua del grifo a ver si larga ya, que esto ya resulta maquiavélico!

SimpleDay dijo...

¿Qué dirá la famosa carta?
... me muero de la risa, con lo de pedir matrimonio a todas, ¿No le gustaría dejar el claustro? LOL
Un abrazo,

sor Ella dijo...

SimpleDay, no, no quiero dejar el claustro, quiero seguir recogida entre estos muros. Tengo internet y todo! Y las hermanas son la creme de la creme, y a las que no lo son las 'nominamos' ipso facto 👯

Anónimo dijo...

¿Quién osa rechazar su propuesta de matrimonio? ¡Con lo divertida que es usted!
Si vuestra merced quiere, me caso con vos!

Abrazos
Isa

guada dijo...

yo quiero quedadaaaaaaaaaaa.........un convento sin vaca no es convento....ea, dicho queda!!!!